viernes, 8 de febrero de 2008

Nuevas categorías para hombres más allá de metrosexual


Luego del éxito metrosexual han aparecido nuevas clasificaciones para los hombres que se han entregado al glamour o que han cabalgado con su espada en mano para defender la imagen del macho recio. Tecnosexual, ubersexual, metroemocional son sólo algunos de los calificativos que han surgido en lo poco que llevamos de siglo.

A continuación, algunas de las principales categorías:

El metrosexual: fue el primero. Es el arquetipo del hombre de este siglo. El que botó el jabón en barra y puso en su lugar uno de glicerina con extractos de avena. El creador del término es el periodista inglés Mark Simpson y su máximo representante es el futbolista inglés David Beckham. Es joven y vive en la ciudad. Tiene dinero, que gasta en peluquería, ropa, depilación y productos, como crema antiarrugas, mousse para peinar y varios perfumes.

El metroemocional: llegó en 2005, en manos de la publicista española Rosetta Corner, con el libro En busca del hombre metroemocional. Quiere olvidar la imagen del frívolo metrosexual, para ofrecernos a un hombre “amable, sensible, cariñoso, con carácter, decidido, humano, colaborador, amigo, atento, sincero, tolerante", como explica la autora. El metroemocional se hace cargo de sus sentimientos.


El tecnosexual: un nerd. Ahora lo sigue siendo, sólo que lo encubre con glamour y cuidados personales, heredados del metrosexual. Su principal característica es su interés exagerado hacia la tecnología. Tiene el último celular y notebook que han salido a la venta.

El término fue patentado por el físico y matemático estadounidense Ricky Montalvo, que se ha preocupado de difundir este estilo de hombre a través de su sitio web. Bill Gates estaría entre los embajadores de la tecnosexualidad.


El ubersexual: apareció en 2005, en el libro El futuro de los hombres, escrito por Marian Salzman, Ira Matathia y Ann O’Reilly. Ellas describieron a un hombre “de verdad, sin llegar a estereotipos negativos como faltarle el respeto a las mujeres o estar obsesionado con los deportes, la cerveza y las carnes rojas”.

También se preocupa de su apariencia, pero no cae en la vanidad del metrosexual, por lo que no utiliza cremas ni se viste con las combinaciones perfectas, aunque sí se preocupa de tener un estilo propio. Además, muestra mucha seguridad interna y le interesan las causas sociales. El vocalista de U2, Bono, lleva la vanguardia entre los ubersexuales.

El retrosexual: Mark Simpson volvió al ataque en 2003, con su artículo Beckham, the virus, en el sitio web., donde habló por primera vez del retrosexual. Éste ser aparece en respuesta al metrosexual. No quiere gastar dinero ni tiempo en su apariencia.

Generalmente, su barba está algo descuidada y se niega a utilizar cualquier tipo de producto, como cremas, astringentes o jabones hechos para el rostro. Desea devolverle al macho recio su trono masculino. Sabe bien dónde está su lugar en la sociedad, que para él es en su casa, frente a la televisión.


El vitalsexual:
son aquellos que han superado de manera positiva la crisis de los 40 años. Saben que el haber traspasado esa barrera etárea no los ha dejado olvidados en la banca, que el que quiere, puede. Entre sus características se encuentra el no temer a enfrentar los problemas que se puedan suscitar en el plano sexual.

Están dispuestos a mejorarlos, asesorándose con especialistas, ya que están muy interesados en satisfacer a su pareja en la intimidad. Esta calificación apareció, tras realizarse una encuesta telefónica a cerca de 8 mil europeos y americanos en 2005, que demostró la existencia de un tipo de hombre que está en busca de relaciones estables y de la espontaneidad entre la pareja.


El hombre alfa: es una especie de “rey de la selva”. Es el líder de la caverna, que tiene prioridad en su grupo social para elegir a una hembra (porque él no busca una mujer, menos una pareja). Es fuerte, inteligente, reservado. El hombre alfa sabe a dónde va, qué es lo que quiere y es independiente a la hora de buscar sus objetivos.

Suele estar solo, porque está convencido de que el resto no es un ganador, como él. Cuando está acompañado, entre la familia o amigos, es a él a quien le sirven primero el plato de comida, que suele contener más alimentos que los del resto de la gente.


El hombre beta: son torpes. Siempre lo han sido. En su niñez fueron disléxicos o sufrían de serios problemas atencionales. Fueron muy delgados o sufrieron de sobrepeso. Nadie podría haberse imaginado que ese niñito raro que todos molestaban en clase, iba a llegar a ser alguien en la vida. Pero lo es. Ha logrado utilizar esa debilidad de la niñez en algo que capta el instinto protector femenino y que le ha traído el éxito en su carrera.

El hombre beta es uno de los pocos afortunados que gana dinero, y mucho, haciendo las mismas cosas que hacía cuando chico o siendo igual de extraño que en su infancia. Al igual que el metroemocional, este ser llora, pero su sensibilidad está algo más a flor de piel. Es muy fiel, porque saben que es muy poco probable que otra mujer lo entienda y lo quiera tal cual es.


El heteropolitan: es otra categoría del retrosexual. Quiere ser muy macho, pero al estilo Clark Gable o Harrison Ford. Es arrogante, inteligente y aventurero. Sabe salir triunfante en cualquier situación, para luego marcharse con una sonrisa de medio lado y si es posible, guiñándole el ojo a alguna mujer que lo observa encantada.

Está convencido de que ellas se mueren por él y que todos sus defectos son realmente los mejores atributos que un hombre puede tener. Tienen algo malo en su mirada, que al parecer atraería a las mujeres. Es un galán con todas sus letras.

1 comentario:

Liliana dijo...

Excelente nota xD La acabo de compartir por Facebook y Twitter, muchas graxs ;)